[India 2013] Varanasi y ghat Manikarnika

Llevo retraso acumulado en el blog, pero ahora que tengo un momento de relajo y buena conexión, voy a actualizarlo. Eso supone rematar la estancia en Varanasi y luego describir, en otra entrada, el evento del Kumbh Mela incluido el trágico desenlace en la estación de tren donde tiene lugar, la ciudad de Allahabad, hechos que viví en primera persona y que de milagro no me afectaron a mi, sí, de milagro, o quizá por intuición...

El ghat de Manikarnika es conocido por las incineraciones que se llevan a cabo en él y al aire libre, dando lugar a un auténtico sórdido espectáculo. Miles de trozos de madera lo rodean. Es la madera que se usa para la más o menos exitosa incineración, y es que ésta se pesa cuidadosamente en balanzas insitu para proporcionar tanta como el "usuario" sea capaz de adquirir con las rupias disponibles. A veces, a menudo, ya sea por poca madera o poca habilidad del que está delante de la pila al cuidado de la "parrilla", asoman macabramente por ahí piernas y demás a medio quemar. Algunas partes incluso una vez extinto el fuego, se quedan mal quemadas y son de inmediato arrojadas junto con las cenizas, al río, al Ganges justo delante. Unos metros aguas abajo la gente se baña, lava los dientes y disfruta del mismo Ganges.

La pena es que está prohibido tomar fotos en este ghat y aunque yo lo intenté, está lleno de gente al tanto alrededor, y en cuanto asoma correa la cámara ya se te echan encima. Hay otro mini ghat por ahí donde también incineran y aunque de nuevo prohibido, sí que pude sacar alguna foto de la hoguera desde muy lejos exprimiendo el zoom de mi cámara al máximo.

La ciudad está llena de despojos humanos, y es que este es uno de los sitios de la India donde todo indú desea morir y ser convertido en cenizas para luego esparcirlas por el Ganges. La gente llega hasta aquí arrastrándose si hace falta. Es un continuo ir y venir de camillas de bambú con el fallecido encima, cubierto de tela naranja, y unos porteadores debajo dando gritos en el trayecto por las laberínticas callejuelas hasta Manikarnika. En algunos casos, como también pude apreciar en directo, el cadáver va directamente
al río, atándosele algo de peso y, delante, a unos pocos metros en barquita, se le da un empujón y al agua.

Algunos de estos despojos humanos que merodean por ahí, aun se atreven a pedir algo a la gente, y son capaces de alargar el brazo hasta casi tocarte mientras pasas a su lado. Si te toca, de inmediato, y seguro que la OMS lo puede corroborar, acabas de ver reducida tu esperanza vida... A mi uno que sólo disponía de dos muñones por brazos, me pidió algo, pero yo me pregunté ¿cómo me las apañaría para darle una moneda si ese fuera el caso?

Por todas partes está lleno de pesados ofreciendo todo tipo de servicios, ruta en barca, porquerías para comprar, afeitado... son como moscas pesadas e insistentes a los que a falta de Rayd sólo se pueden espantar con un seco no o simplemente ignorándolos.

Se ve poco turista en general, será la época del año. Los que se ven son de habla inglesa y también franceses, esos que cuando te hablan, parece que aun siguen hablando en francés.

Lo que sí se ve mucho entre los turistas son esos que van de super integrados y llevan no sólo ropas aparentando las mismas que los indios sino también su misma roña corporal. Deben de creerse participes de una especie de "Memorias de India", pero lo único que hacen es un ridículo espantoso.

Otras fotos del lugar...

Extracto de la revista Altair: